España tiene a Euskadi y Cataluña como sus dos Autonomías políticamente más díscolas en términos territoriales y cuyos ciudadanos son más diferentes ideológicamente al ciudadano español medio. Así, el barómetro del CIS de febrero de 2015 señaló que los españoles estaban levemente inclinados a la izquierda (4,43/10) en un eje izquierda-derecha (siendo 0 extrema izquierda y 10 extrema derecha), mientras que las dos Comunidades Autónomas más rojas eran esas dos: los del norte central obtenían un 3,98/10 y los del noreste, un 4,11/10. Prueba de ello es que la derecha vasca (PP+Cs y VOX) solamente está representada por 7/75 parlamentarios, mientras que la derecha catalana (VOX, Cs y PP) tiene también muy poco peso político: 20/135 diputados.

            En el plano identitario estas dos CC.AA. son las únicas que actualmente tienen mayoría absoluta de diputados nacionalistas periféricos en las asambleas legislativas de Gasteiz y Barcelona. En Euskadi PNV y EH-Bildu sumaron 52/75 escaños en 2020, mientras que en Cataluña ERC, JxC y CUP consiguieron 74/135 asientos en el Parlament en 2021.

            Entonces, ¿cómo sería España en el hipotético caso de que Euskadi y Cataluña tuviesen el mismo estatus político que las también ibéricas Andorra o Portugal?

            Pues, en primer lugar, estaríamos hablando de un Congreso de los Diputados con sesenta y seis diputados menos: 350-48 de las cuatro circunscripciones catalanas-18 de las tres circunscripciones vascas=284.

            Actualmente, tras las elecciones del 10-N de 2019, la composición política de la Cámara Baja favorece a la izquierda:

            -Partidos ubicados en el eje de izquierdas (0-4,99/10): PSOE (108), PSC (12), UP (35), Más País (1), Equo (1), Compromis (1), ERC-Sobiranistes (13), EH-Bildu (5), BNG (1), PNV (6), JxC (4), CUP (2), TEx (1), PRC (1) y NC (1). En total, suman una mayoría absoluta de 192/350 congresistas.

            -Partidos ubicados en el eje de derechas (5,01-10): PP (89), VOX (52), Cs (10), CC (1) UPN (2) y PDeCAT (4). En total, suman 158/350 parlamentarios.

            ¿Cómo sería entonces el resultado del 10 de noviembre de 2019 con una Cataluña y Euskadi independientes?

            -Partidos ubicados en el eje de izquierdas (0-4,99/10): PSOE (104), UP (25), Más País (1), Equo (1), Compromis (1), BNG (1), Tex (1), PRC (1) y NC (1). En total, sumarían 136/284 congresistas.

            -Partidos ubicados en el eje de derechas (5,01-10): PP (86), VOX (51), Cs (8), CC (1) y UPN (2). En total, sumarían una mayoría absoluta de 148/284 parlamentarios. Y lo que es más importante, PP, Cs y VOX sumarían juntos 145 escaños, dos por encima de esa hipotética mayoría absoluta, de tal manera que Pablo Casado y Santiago Abascal estarían encabezando el Consejo de Ministros si se diese este supuesto.

            Si hacemos un análisis de política-ficción, tomaremos como referencia las otras elecciones generales en las que se logró una investidura progresista más o menos ajustada en el conjunto de España (1993, 2004, 2008, 2015, 2016 -año de mayoría parlamentaria de derechas, si sumamos aquí al PDeCAT, pero cuyos resultados facilitaron en 2018 la moción de censura a favor de Sánchez- y las del 28-A de 2019) y estudiaremos qué ocurriría en una hipotética situación sin Euskadi ni Cataluña. Posteriormente extraeremos los datos cuantitativos que figuran debajo. En dichos indicadores figuran los partidos de ámbito español más las fuerzas periféricas que van en coalición electoral con formaciones estatales:

            1993: PSOE+PSC+IU+ICV (177/350)     PP+UPN (141/350)

            1993 (sin Euskadi ni Cataluña): PSOE+IU (149/284)     PP+UPN (129/284)

            Por tanto, vencería igualmente la izquierda.

            2004: PSOE+PSC+IU+ICV (169/350)      PP+UPN (148/350)

            2004 (sin Euskadi ni Cataluña): PSOE+IU (139/284)    PP+UPN (138/284)

            Habría una ajustadísima mayoría roja (143/284 escaños: PSOE+ +IU+ICV+BNG+Chunta Aragonesista+Nafarroa Bai).

            2008: PSOE+PSC+IU+ICV (171/350)   PP+UPN (154/350)

            2008 (sin Euskadi ni Cataluña): PSOE+IU (135/284)     PP+UPN (143/284)

            En ese supuesto ganaría ajustadamente la derecha.

            2015: PSOE+PSC+NC+Confluencias+Unidad Popular (161/350)  PP+FAC+UPN+PAR+Cs (151/350)

            2015 (sin Euskadi ni Cataluña): PSOE+Confluencias+Unidad Popular (133/284)

PP+FAC+PAR+UPN+Cs (150/284)

            En la fallida XI Legislatura hubiera salido investido Rajoy.

            2016: PSOE+PSC+NC+Confluencias (156/350)     PP+FAC+UPN+PAR+Cs (169/350)

            2016 (sin Euskadi ni Cataluña): PSOE+NC+Confluencias (128/284)     PP+FAC+UPN+PAR+Cs (156/284)

            En la XII Legislatura, en la que gobernaron primero Rajoy (2016-18) y luego Sánchez (2018-19) hubiera ganado fácilmente la derecha.

            2019 (28-A): PSOE+PSC+Confluencias (165/350)     PP+FAC+UPN+Cs+VOX (149/350)

            2019 (28-A: sin Euskadi ni Cataluña): PSOE+Confluencias (138/284)     PP+FAC+UPN+Cs+VOX (142/284)

            Por tanto, en ese hipotético caso en la XIII Legislatura se hubiera podido dar una situación de bloqueo parlamentario parlamentario al conseguir la derecha la mitad de los parlamentarios y al obtener el rechazo del resto por el hecho de estar VOX en el bando azul. Por tanto, habría una situación de empate. Si dicho bloqueo sucediese (como sucedió en la práctica en dicha XIII Legislatura, pero con otros resultados) y se diesen los analizados resultados de política-ficción del 10-N, la derecha seguiría gobernando en esa situación hipotética.

            Las conclusiones de este análisis son las siguientes:

            -Las elecciones de 2008, 2015, 2016 más los segundos comicios generales de 2019 traerían como resultado la mayoría absoluta en una investidura de un líder del PP; algo que no ocurrió en esos cuatro casos: en 2008 y 2020 (tras el 10-N de 2019) fueron investidos Zapatero y Sánchez, respectivamente; tras el 20-D de 2015 no hubo investidura posible; y recordemos que Rajoy fue investido por segunda vez en 2016, pero por mayoría simple (170/350).

            -El PSOE rechaza todo referéndum de independencia por convicción ideológica y pragmatismo electoral, pero también porque le perjudicaría claramente una España sin esas dos Autonomías: solamente hubiera gobernado el período felipista (1982-1996) y la primera legislatura de Zapatero (2004-2008): en total, 17,5/45,5 años de democracia*100=38,46% del tiempo, en vez del 56,04% de tiempo real en el que González, Zapatero y Sánchez han pisado la Moncloa.

            -La derecha es cada vez más fuerte en el resto de España y a la vez más débil en esas dos nacionalidades. Las convicciones ideológicas de los dirigentes conservadores, el fuerte rechazo de su electorado a un referéndum más los intereses económicos unionistas de CEOE y de las compañías del Ibex-35 les llevan a defender la no secesión de dos territorios que le son un auténtico lastre electoral.

            -España sería un país claramente más derechista, más nacionalista español y con menos tensiones territoriales si Euskadi y Cataluña escogiesen el camino de Andorra o Portugal.

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