Debería de ser obligatorio, en primer lugar, conocer el famoso artículo 155 que ningún medio ha publicado realmente. La prensa madrileña quizá para evitar caer en contradicciones, nunca lo ha expuesto ni ha explicado lo que dice, pero claro que se ha suspendido la autonomía de Cataluña. A partir de ahora será controlada desde Madrid.
Título VIII. De la Organización Territorial del Estado
Capítulo tercero. De las Comunidades Autónomas
Artículo 155
Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
Bien, entonces uno se puede preguntar: ¿es necesario intervenir TV3 para cumplir las obligaciones de la Constitución?, ¿es necesario cesar a Puigdemont y su gobierno sin haber habido un previo requerimiento explícito?, ¿y si los cesan… como van a cumplir forzosamente sus obligaciones?
Claro que no hay jurisprudencia y el artículo puede ser interpretable. Pero una cosa es aplicar este artículo y obligar al gobierno catalán elegido democráticamente en las urnas a aplicar la Constitución, y otra cosa es tomar el control de la región desde Madrid al más puro estilo Kim-Jong-Un.
La aplicación de este artículo 155 en la forma que se aplicará, es una grave irresponsabilidad por parte del gobierno español, y un completo ataque a la democracia que reina en Europa. Es una vuelta al pasado, y por pasado hablamos de casi un nuevo Decreto de Nueva Planta. Las medidas de Rajoy son propias de un país bananero de Oriente Medio a los que tantas armas vende España.
Y además, la pregunta sobre la mesa es evidente: Después del 155, habrá elecciones y si vuelven a arrasar los independentistas… ¿que harás Mariano? ¿aplicar el 155 otra vez para controlar una región que no puedes controlar a través de las urnas?
Las consecuencias en Cataluña de esto serán enormes y nefastas, y no solo debido a la intervención de todas las funciones de la Generalitat, sino también a la fractura social que provoca esta intervención donde no existen condiciones y que provoca un oscuro horizonte.
Para muestra, el ejemplo de la intervención de las cuentas de la Generalitat por parte del ministro Montoro, donde cualquier gasto debe aprobarse por el ministerio y puede tardar semanas, lo que está lastrando el funcionamiento de hospitales, transporte o cualquier otro sistema público. Recordemos que la actividad de la Generalitat, representa casi un 50% de la economía catalana.
Como decía mi compañero Adrián, otro grave conflicto provocado por la misma razón (la no posibilidad de celebrar un referéndum) en Irlanda del Norte, acabó provocando una guerra de más de 30 años y más de 3.000 muertos. Y mientras tanto, el PSOE que podría ser un mediador soñado, se sube al carro de los hooligans. Sólo falta que apoyen las medidas que propuso Aznar y Rivera, cuales trasnochados saliendo de un after-hours a las 7 de la mañana.
Por otro lado, el problema como muchos piensan, no es Puigdemont. Si Puigdemont se va, vendrá otro, y el plan seguirá igual. El problema es que al gobierno español les importa un carajo lo que digan más de 2 millones de catalanes (por lo menos).