Acabado el día, se acabó la romería, después de ver tan bochornoso espectáculo en el parlamento. Al menos por parte del PSOE, porque yo no llego a entender cómo iba a pretender gobernar en minoría. Y es que nada más terminar el debate, en los pasillos del parlamento el candidato del PSOE siguió repartiendo golpes a Pablo Iglesias.
El asunto es bien fácil, pero en el PSOE parecen no entenderlo. Pongamos un ejemplo absurdo: Si uno quiere comprar una chocolatina que vale 2€, y yo tengo 1€, y un amigo mío tiene otro euro, y otro amigo no tiene nada, pues a nadie se le ocurre ir a buscar un acuerdo con el que no tiene nada, ¿verdad?.
Tenemos ahora 2 meses en los que los partidos podrán volver a intentar pactar y llegar a un acuerdo antes de que se disuelvan las cortes y se convoquen nuevas elecciones para el próximo 26 de junio, pero parece poco probable que ese pacto que garantice una mayoría pueda llegar.
Y es que el principal escollo, es el señor Pedro Sánchez. El candidato del PSOE se empecina en vendernos el “gran cambio” que garantizaría un gobierno PSOE-C’s, y lo que nos está vendiendo es la gran mentira. Pedro Sánchez es el único que no se da cuenta, como bien dijo hoy Rufián (ERC), que Ciudadanos es el PP en versión 2.0, o el Hacendado del PP. Y es que apenas se encuentran diferencias entre el PP y C’s, así que la propuesta del PSOE-C’s es un absoluto engaño para la ciudadanía. Aunque ideologías aparte, remito al ejemplo otra vez.
Que absolutamente todos los partidos han luchado por sus intereses, también es algo evidente ya que ninguno a cedido ni 1 mm. . Pero hay que mencionar que si el PSOE hubiese hecho un pacto de izquierdas, probablemente se hubiese beneficiado la ciudadanía, pero también se hubiesen beneficiado sus intereses. Y las cuentas para un pacto de izquierdas daban. No así para un pacto de derechas. Pedro Sánchez en un alarde de inteligencia se decantó por lo segundo. El resultado, el esperado. Ninguna sorpresa.
Rajoy, está desahuciado completamente. Perdido en ideas, hasta acabó acusando a Sánchez de corrupción, por simplemente hacer uso del juego democrático.
Y por otro lado está el señor Rivera, el gran fraude de la política española. Sólo moviéndose por intereses partidistas, ya que unas posibles nuevas elecciones podrían perjudicarles. Pero la prueba de los intereses partidistas que los mueven, es tan evidente, que apostaría mucho dinero a que si mañana el PP ofrece a Ciudadanos un pacto sin Rajoy, el señor Rivera firmaría ya mismo y mandaría a ya sabemos dónde el pacto con el PSOE. Iglesias se pidió ser vicepresidente y lo dijo abiertamente. Quién no lo dice es Rivera.
El escenario para unas nuevas elecciones está bastante claro, y a pesar de que muchos periodistas digan que el resultado de unas nuevas elecciones resultaría prácticamente el mismo que el del pasado 20-D, yo discrepo. Y es que pasaremos a tener el voto muchísimo más claro con 3 claros bandos: La izquierda, con Podemos y su más que probable pacto con IU (del que ya hablo Garzón ayer); la derecha, con el PP, y por último, los socialdemócratas de “centro” con el PSOE y C’s.
Que tiemblen las alcaldías que ostenta Podemos.