Actualmente, estamos asistiendo a un giro social -al menos, en el discurso- en la formación de Abascal. Ello se traduce en la defensa de una cierta redistribución y preocupación social entre la población nativa española que se asemeja un tanto al socialismo tradicional y actual. A este robo programático a las fuerzas de izquierda hay que sumarle las medidas sociales que siempre han defendido las fuerzas llamadas de ultraderecha.

En Vox encontramos dos familias políticas: la paleoconservadora social (representada por Bardají, Espinosa o Monasterio), mayoritaria, partidaria de aceptar el proteccionismo y la desigualdad económica dentro de un sistema capitalista desregulado a nivel interior; y la socialpatriota (representada por Ortega-Smith o Buxadé), minoritaria y lepenista, defensora de un Estado social fuerte para la población española y con más eco cada vez.  Ambas son nacionalistas españolas y conservadoras o reaccionarias en cuestiones de derechos civiles. La primera, más aznarista y atlantista; la segunda, más franquista en el sentido de derecha estatista.

¿Cuáles son, para empezar, las medidas sociales tradicionalmente defendidas por la derecha alternativa (tradicionalistas, fascistas, paleoconservadores, neoconservadores y socialpatriotas) que incluye Vox en su ideario político?

1.El rechazo a la inmigración, entre otros motivos, por generar abaratamiento de la mano de obra entre la clase trabajadora.

2.La defensa de la plena igualdad entre la población española, rechazando medidas que impiden su consecución tales como: aranceles lingüísticos o administrativos o la existencia de los cupos vasco y navarro.

3.En línea con lo anterior, el rechazo a que los PGE dependan de fuerzas nacionalistas periféricas que, supuestamente, discriminan a unos españoles frente a otros.

4.La defensa de la cadena perpetua y el firme rechazo a la okupación para defender a familias de bien (muchas de ellas, humildes) de delincuentes.

5.El apoyo a los subsidios en favor de la natalidad entre la población nativa.

QUÉ HA ROBADO VOX A UNIDAS PODEMOS

¿Y qué ha robado/adoptado, entonces, Vox a/de Unidas Podemos?

1. La defensa de los sectores productivos no terciarios (viejos y nuevos), afectados por la deslocalización y transición ecológica. Recordemos, en este sentido, la histórica defensa que las fuerzas socialistas hicieron del campo y de la industria hasta la actual etapa sociológica posfordista, en la que el cambio climático y la mayor atención a temas no económicos ha provocado un alejamiento de la izquierda respecto a estos sectores sociales.

2. En línea con lo anterior, la defensa de la energía nuclear para paliar la subida de precios de la luz. No nos olvidemos que la defensa del consumidor (sobre todo, del menos pudiente) ha sido históricamente una de las banderas principales del socialismo.

3. La utilización en los discursos de oraciones en las que se refleja (teóricamente) la defensa de los trabajadores. Además, los de Abascal han auspiciado la creación de Solidaridad, sindicato nacionalista español afín. No obstante, algunas de las medidas para defenderlos son derechistas: bajos impuestos y barreras a los inmigrantes. La defensa de los subsidios a ciertos bienes (gasóleo/gasolina), sí es compartida con las organizaciones socialistas.

4. La preocupación por el bienestar psicosocial de la población residente en los barrios obreros donde existe conflictividad. Frente al buenismo izquierdista y al elitismo conservador convencional, la derecha alternativa se erige como protectora de españoles de clase humilde que se ven amenazados por delincuentes (véase el papel de VOX en los barrios más desfavorecidos de Madrid en las elecciones autonómicas de 2021 en esa CC.AA.).

5. La defensa del recorte en la partida de gasto político, defendida en su día por el Movimiento 15-M y por el regeneracionista primer Podemos (2014-2016), con el fin de apoyar a la gente corriente frente a la casta política.

6. El rechazo a las élites globalistas (multinacionales extranjeras que amenazan el producto nacional, Soros, Bill Gates, etc.) nos recuerda mucho al mayoritariamente izquierdista movimiento antiglobalización y a los grupos anticapitalistas. Pero frente al internacionalismo socialista en VOX prima un nacionalismo español de corte alt-right.

Por otro lado, la inclusión de estas viejas y nuevas medidas sociales obedece a las siguientes causas:

> Pervivencia de la tradición histórico-política de estatismo de derechas en la España contemporánea desde Maura, con la excepción del aznarismo y del aguirrismo ideológico.

> Influencia del discurso lepenista en la derecha alternativa europea, que es intervencionista en lo económico.

> Y, en tercer lugar, el giro posmoderno de la izquierda socialdemócrata y alternativa en España (PSOE y Unidas Podemos): en el caso de los socialistas, desde los gobiernos de Zapatero; y en el de UP, desde precisamente la formación de la coalición entre IU y Podemos, en 2016, cuando comenzaron a resaltar en su agenda política los temas de naturaleza identitaria (feminismo, LGTBI, multiculturalismo), en detrimento de los materiales y de regeneración institucional.

> Búsqueda de un espacio socioelectoral entre exvotantes de partidos de izquierdas, sin perder a aquellos que en su día depositaron la papeleta del PP o Ciudadanos.

Todo ello ha permitido a Vox transmitir la idea de ser un partido político preocupado por los problemas reales de los trabajadores españoles.

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